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Las mejores miniplantas para colocar en interiores

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No hay nada que vista mejor el interior de un hogar que una planta bien cuidada, de hojas frondosas y color verde brillante. Las plantas, además de ser los accesorios perfectos, tienen multitud de beneficios. Limpian el aire de partículas de polvo y moho, reducen la humedad, amortiguan el ruido, sirve como remedio para el estrés… Incluso si vives en un piso pequeño, sin mucho espacio para colmar de macetas, puedes aprovechar los beneficios de las plantas de interior gracias a las miniplantas.

Las plantas pequeñas están de moda por su potencial decorativo, aunque lo cierto es que suelen ser más difíciles de cuidar que las plantas de tamaño normal. Al fin y al cabo, son plantas muy jóvenes que, como los bebés, necesitan mucha atención y cuidados pormenorizados para salir adelante.

El secreto de las miniplantas es que se se comercializan cuando apenas tienen unas semanas de vida, nada más echan raíces. Aunque con el tiempo crecen hasta convertirse en plantas de tamaño normal, su corta edad hace que puedas disfrutar de su versión mini durante un tiempo considerable. Su fragilidad las hace perfectas para cultivar en interiores, donde estarán protegidas del viento y de la luz del sol.

Pero si eres principiante y quieres iniciarte en el mundo de las miniplantas sin preocuparte en exceso por su supervivencia, no te preocupes. Sigue leyendo y descubre cuáles son las miniplantas de interior que menos cuidados necesitan.

Miniplantas perfectas para interior y fáciles de cuidar

  • Los cactus

Los cactus son plantas pequeñas que se han puesto de moda no solo por su diminuto tamaño, sino también porque exigen muy pocos cuidados. La regla más importante para asegurarse de que un cactus sobrevive es, sencillamente, no regarlos demasiado. Por lo tanto, puedes olvidarte de ellos durante semanas y descubrir, cuando vuelvas a recordar su existencia, que siguen vivos.

Por regla general, los cactus son plantas de interior que necesitan mucha luz. Son perfectas para cualquier época del año, pues soportan muy bien las temperaturas extremas, aunque sin duda te agradecerán que las mantengas en un ambiente fresco.

En cuanto al riego, basta con regarlos cuando el sustrato se seque. Ante la duda, lo mejor es no regarlos, pues te arriesgas a ahogarlos.

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  • Maranta Leuconeura o planta de la oración

La Maranta Lauconera es una planta muy curiosa, que cierra sus hojas durante la noche y las abre en la mañana. Es una planta muy fácil de cuidar, pues no necesita ser regada en exceso.

De hecho, desde el comienzo de la primavera hasta el otoño, solo necesita tener la tierra húmeda; mientras que en invierno necesita aún menos agua.

Se trata de una planta de interior que no tolera la luz directa, aunque necesita estar siempre en lugares bien iluminados.

  • Monstera Adansonii

Aunque puede que tu nombre no te suene, seguro que alguna vez has visto una Monstera Adansonii. Esta planta destaca por tener agujeros en sus hojas, lo que la convierte en una planta extremadamente especial.

Aunque no lleva bien la luz directa, sí que necesita estar en un lugar muy iluminado. Por lo demás, sus cuidados son sencillísimos: humedece el sustrato y, antes de volver a regarla, deja que se seque del todo.

  • Ceropegia Woodii

Esta planta colgante destaca no solo por su pequeño tamaño, sino también por su capacidad para darle un toque elegante a cualquier estancia.

Además, es una planta con raíces tuberculosas que se caracterizan por tener la capacidad de crear reservas de agua. Por este motivo es tan fácil de cuidar como un cactus, pues en invierno solo tendrás que regarla dos veces al mes. Durante el resto del año, basta con regarla cuando el sustrato esté seco y ¡Listo!

En cuanto a la luz, procura tenerla en un lugar donde reciba luz tenue e indirecta.

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